Para preservar la especie silvestre del agave durangensis que en el año de 1996 comenzó a extinguirse y asegurar su disponibilidad para las futuras generaciones, hemos implementado un proceso de cuidado y protección de nuestros agaves.

Durante los primeros dos años de vida, los agaves son cultivados en tierras protegidas, donde reciben el agua y las condiciones óptimas para fortalecer sus raíces. Luego, son replantados en su hábitat natural, donde continúan su crecimiento como agaves silvestres, hasta alcanzar su plena madurez, un proceso que puede durar entre 10 y 20 años.

Comprometidos con la región de Durango, plantamos 5 nuevos brotes de Agave durangensis por cada uno que utilizamos en nuestra producción de mezcal.

De esta manera honramos a la madre tierra preservando la naturaleza, ademas de mantener una tierra fértil y nutrida para la siguiente cosecha. En Mezcias promovemos la producción de un mezcal sustentable.

Cada gota de Mezcias es el fruto de este largo viaje, un tributo a la tierra y a la tradición que se refleja en su proceso.

Cuando disfrutas de una botella de Mezcias, estás celebrando no solo el sabor único de un mezcal artesanal, sino también el valor incalculable del tiempo, el cuidado y la preservación de una especie que ha sido parte de nuestra cultura por generaciones.